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628 comentarios.
y resulta que 9 son de f.m
ResponderEliminarLas cinco primeras son de crónicas de los partidos.
ResponderEliminarEstá claro lo que interesa a la masa y no esas mierdas literarias.
6 de 10 son crónicas
ResponderEliminarLas otras 4 son 3 de f.m y 1 de Boroman
Pucherazo confirmado
casi 8.500 comentarios merecen al menos este
ResponderEliminarDos de las 10 las salva Ventura Iragorri
ResponderEliminarQueremos que procreen as belas criaturas,
ResponderEliminare que non morra nunca a rosa da beleza,
senón que cando murche, co tempo xa madura,
nun tenro herdeiro dela reviva e permaneza
Si en España existieran periodistas libres además de buenos, alguno ya le tendría que haber preguntado a Vargas Llosa por qué, después de cuarenta años arremetiendo por igual contra el nacionalismo y el patriotismo, en los últimos años ha empezado a encontrarle sentido a la necedad patriota. Sería el mismo periodista que podría preguntarle a Fernando Savater por qué todavía en los ochenta publicaba ¡hasta en el diario Egin! artículos en los que defendía el derecho de autodeterminación de los vascos.
ResponderEliminarEn la segunda guerra mundial, en un pueblo ruso, una bomba cayó en un hospicio, matando a cientos de niños. El espacio se pobló de espíritus que jamás fueron despedidos de acuerdo a la costumbre.
ResponderEliminarLos muertos no tenían a dónde ir. Huérfanos, añoraban la tierra que les dio vida. Amaban todavía sus ríos y montañas, y por nostalgia o incertidumbre se quedaron a vivir entre las ruinas.
Años después el gobierno utilizó este lugar para construir un reactor nuclear, conocido como Chernobil.
Duda
ResponderEliminar¿ Las más leídas son las más comentadas?
Así que todo lo que sea fruto de la fantasía (y no me refiero al estado de delirio en el que se ha sumido el E.A.M) también debe sufrir las consecuencias. Ahora todo debe ser literal.
ResponderEliminarUno de los colaboradores de este Papa fue un monje, Petrus Damianus, autor del "Liber Gommorrhianus", en él señala que sodomía eran "todas aquellas prácticas sexuales que no servían para la reproducción". En este libro intentaba atacar los distintos pecados "contra natura" practicados por los monjes de su época.
ResponderEliminarEste colaborador propuso la expulsión inmediata de todos los clérigos y monjes sodomitas. Leon IX se opuso a esta medida de expulsar a los religiosos que no seguían los preceptos de la castidad, según sus asesores podía significar quedarse sin monjes ni clérigos. Cuenta Eric Frattini que "la sodomía, la lujuria, el bestialismo, el asesinato, el incesto o la pederastia eran prácticas muy comunes entre clérigos, prelados y príncipes de la iglesia".
Un ejemplo de como vivían muchos prelados es la figura del abad Eugenio de Brest. Enemigo del Papa, éste le acusó de ser una especie de sátiro libidinoso. Según esta acusación tenía un convento de monjas a su disposición a las que penetraba analmente para evitar su embarazo y no "pecar" según el pensamiento de su época. Frattini cuenta que murió mientras sodomizaba a una gallina, tras haber sodomizado a mas de doscientas monjas.
Judíos, cuando veo que conducís Mercedes hechos en Alemania me doy cuenta de que no habéis entendido nada
ResponderEliminarSus apretadas filas -haciéndose más y más oscuras por todas partes a mi alrededor conforme las sombras se amontonaban-, moviéndose furiosa aunque coordinadamente al viento, provocaron en mi la curiosa y desagradable sugestión de que habíamos traspasado allí la frontera de un mundo extraño, un mundo donde éramos intrusos, un mundo en el que no éramos queridos ni estábamos autorizados a permanecer..., ¡donde quizá corríamos un grave peligro!
ResponderEliminarno woman here?
ResponderEliminarCuanto mayor es la desesperación, tanto más cerca estamos de los dioses. Los dioses buscan forzarnos a que nos acerquemos cada vez más a la grandiosidad, y no tienen mejor método para hacerlo que recurrir a la miseria. Solo en la miseria crecen las grandes esperanzas y los grandes proyectos de futuro
ResponderEliminarEn una pequeña localidad americana, una que seguro no ha sido retratada en miles de producciones del mismo estilo, atrapan a un asesino en serie muy malote. Una vez acribillado a tiros por el atormentado policía que lleva años siguiéndole la pista, unas muñequitas de su propiedad acaban en manos de la inocente hija del amargado y solitario agente de la ley, divorciado para más señas. Resulta que estas muñecas están confeccionadas con una mística madera guatemalteca que almacena los miedos de quien las posee, liberándole de las preocupaciones. De ese modo, y en posesión de semejante psicópata, las muñecas han invertido su polaridad y convierten en asesinos esquizofrénicos, en el momento que la historia lo cree más conveniente, a sus nuevos dueños. En una carrera contrarreloj, nuestro abnegado policía deberá recuperar las muñecas con ayuda de una vieja hechicera guatemalteca, a riesgo de ver morir a su hija en caso contrario, pues ha sido infectada, de alguna forma no concreta y sin necesidad de explicación, por los poderes de ultratumba de la mística madera de los bosques de Guatemala. ¿Lo conseguirá o esta película está más amañada que el wrestling?
ResponderEliminarA veces blogger se lleva de excursión a mis seguidores, si hoy ha pasado eso pincha aquí en el brazo
ResponderEliminarentona la "oda" de las falsas fanfarrias a la pava que lo desprecia por fanfarrón y por maricón de gallinero
ResponderEliminar¿cómo volver a solaparse con el mundo que nos envuelve, cuando, además, todo parece afectado por una industrialización y una tecnificación exageradas, “algunas marcas de coche son hoy / muchos más conocidas que el nombre / de Alejandro Magno. (¿Ese quién es? -dirían los más niputas.)", “el clima cambia menos en un año / que la fama de hombre en el mismo periodo” y “En la calle, el progreso había destruido las aceras”?
ResponderEliminarEl explorador británico George Murray Levick, que casi muere de hambre y frío durante una desastrosa expedición al Polo Sur, hace un siglo, confesó que lo peor para él fue... la perversión sexual de los pingüinos de Tierra Adelia.
ResponderEliminarEl Museo de Historia Natural de Londres ha descubierto un estudio de referencia de Levick, un superviviente de la expedición del capitán Scott de 1910-13 a la Antártida, que describe con detalles el comportamiento sexual de estas aves, informó el sábado el diario The Guardian.
Actos de homosexualidad, de pederastia con los polluelos, e incluso intentos de cópula de pingüinos machos con hembras muertas, son descritos en un artículo que Levick tituló: "Los hábitos sexuales de los pingüinos de Adelia", trabajo que estuvo perdido durante décadas. Levick, quien era de una moral eduardiana rígida, quedó tan horrorizado con sus propios descubrimientos que inicialmente los describió en griego para que fueran inaccesibles al lector medio.
Los pingüinos machos forman "pandillas des gamberros de media docena de individuos, o más, y vagan cerca de los refugios incomodando a los ocupantes con sus reiterados actos de depravación", escribió más tarde en inglés. Hasta la fecha, Levick es el único científico que ha estudiado un ciclo completo de reproducción de los pingüinos en Cabo Adare, ya que pasó allí el verano antártico de 1911-12 allí, según The Guardian.
Levick sobrevivió, con cinco compañeros, a la expedición en que murieron el capitán Robert Scott y otros cuatro, en enero de 1912, pero debió pasar el invierno antártico en una cueva helada, a la espera de la llegada del barco "Terra Nova", enviado en su auxilio y que quedó bloqueado por el hielo. De vuelta a Gran Bretaña, publicó un artículo sobre los pingüinos, pero censurando sus hazañas sexuales, por considerarlas ofensivas.
El artículo de fondo que escribió luego sobre la sexualidad de estas aves se extravió durante 50 años. Según Douglas Russell, conservador del Museo de Historia Natural, quien redescubrió el artículo de Levick, las particulares costumbres sexuales de los pájaros que tanto escandalizaron al científico deben ser atribuidos al duro clima de la Antártida.
Los pingüinos tienen sólo unas cuantas semanas para completar su ciclo reproductivo, que comienza en octubre. "Los jóvenes adultos simplemente no tienen ninguna experiencia sobre cómo comportarse", dijo el conservador. "De ahí la aparente depravación de su comportamiento."
Occidente no será destruido por los yihaidistas islámicos ni por el agujero de ozono ni por una guerra nuclear, sino por la IRONÍA, ese cáncer del que yo tampoco me libro y que me boicotea cualquier propuesta asertiva, elevada, optimista, hora tras hora, noche tras noche, día tras día. ¡Cómo voy a realizarme si cada vez que hago planes para ser alguien acabo tronchándome de la risa!
ResponderEliminarEs vegetariano quien aún no ha escuchado los alaridos de las lechugas.
ResponderEliminarEfectivamente, mientras la Iglesia de Oriente adopta el 6 de enero como fecha de la Natividad, en el occidente de Europa se empieza a adoptar la fecha del 25 de diciembre. Y también aquí el origen es pre-cristiano: en este caso no Osiris ni Dionisos, sino Mitra, aquel dios solar de los persas, seguramente derivado del Mitra indio, y que las legiones romanas trajeron a Europa. El culto de Mitra, aunque se remonta a los siglos VII y VI, conoció un formidable impulso en la Roma del siglo II. De hecho, esta época conoció una dura competencia entre el cristianismo y el mitraísmo, pues ambas, que compartían muchos elementos comunes (la idea de redención, la salvación de las almas después de la muerte, etc.) pugnaban por convertirse en la religión dominante de un Imperio que había ya abandonado a sus viejos dioses. Y los mitraístas festejaban el renacimiento de Mitra todos los años, el 25 de diciembre, justo en medio del periodo del solsticio de invierno, después de las saturnalias romanas.
ResponderEliminarAdemás, hay que tener en cuenta que en esta misma época los pueblos bárbaros —esto es, los nada o poco romanizados— seguían celebrando en torno al 25 de diciembre sus viejos ritos solsticiales. Así la Iglesia consideró bueno operar en su provecho un hábil sincretismo. ¿Acaso la Biblia no llama al Mesías “el Sol de la justicia”, como escribió Malaquías?
En efecto, el 25 de diciembre era en Roma la fiesta del Sol Invicto. Según cuenta Macrobio, ese día los fieles se dirigían a un santuario de donde sacaban una divinidad del Sol, representado como un niño recién nacido. Las enseñas del emperador Juliano portaban el lema Soli Invicto. En el calendario de Philocalus, en el año 354 (que, por cierto, fue descubierto y dado a conocer por Theodor Mommsen), el 25 de diciembre se señalaba como Dies natalis Solis invicti; junto a la primera mención del nacimiento de Cristo y la indicación del nacimiento de Mitra. Y esta fecha, el día del sol invicto, venía a coincidir también con la vieja tradición de la Europa precristiana de celebrar el solsticio de invierno, que ha sido una de las fiestas más importantes de los pueblos indoeuropeos y que como tal ha sobrevivido en todas las culturas que éstos han creado.
El solsticio de invierno marca el momento de las noches más largas del año; el sol parece estar a punto de extinguirse. Este periodo dura doce noches, desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero. Según la tradición, en este tiempo los reinos de los vivos y los muertos entran en comunicación. Encontramos este motivo mítico en los celtas, los griegos, los germanos y los indios védicos. Pero, lejos de significar un tiempo de oscuridad, los antepasados de los europeos lo celebraban como anuncio indudable del próximo retorno del Sol y del renacimiento de la vida que no muere bajo el frío invernal.
más fácil de contar el blog de Willy Sifones
ResponderEliminar–Aquí estás, con las ruinas.
ResponderEliminar–Es mi sitio.
–¿Llegaste por tu cuenta,
o alguien movió los hilos sin querer?
–Brillaban como nieve.
Eran copos que el viento
mecía en breves remolinos.
–Es triste el espectáculo
de la repetición, el agua
desnutrida.
–Nadie me dijo nada. –Nadie
era la contraseña.
–Hablas como si fuera irremediable.
–Hablamos por hablar, o así parece.
–Pero el niño que hablaba con el cuervo
no decía lo mismo.
–El niño se perdió en el bosque.
–Huellas
y más huellas en círculo,
como una diana…
–Lo recuerdo.
Era una tarde de diciembre
y el calor arreciaba:
polen sucio, tilos orgullosos
como lenguas de fuego.
–Lo recuerdo. Había tres caballos
en lo alto de una colina.
–Lo recuerdo:
el mundo estaba en calma y la casa en silencio.
–Pero el niño que dibujaba cuervos
vivía en esa casa.
–Era una mella en el mirar,
una mota de polvo en el ojo indefenso.
Ya en el primer encuentro Johnson
ResponderEliminarsometería a Boswell a un rudo
tratamiento que en él parecía ser lo más
cercano al afecto. Más tarde, fatigado
por su persistencia en obtener datos de
su vida, le diría: «Hay dos cosas que me
tienen harto: usted y yo». Boswell se
encargó sin embargo de registrar esos
veinte años de escasa actividad escrita
de Johnson con una penetración y
flexibilidad magistrales, brindando una
imagen matizada, real, nada beata del
gran hombre. Baste dar dos ejemplos.
En el primero es posible advertir la
aspereza de Johnson en las discusiones
(según Goldsmith no se podía discutir
con él «porque cuando su pistola yerra
el tiro, te voltea con la empuñadura»).
Un caballero aficionado a las teorías
curiosas planteó la posibilidad de vida
futura también para los seres
irracionales, cosa que irritó a Johnson,
como toda opinión religiosa no
ortodoxa. «Así, cuando el pobre
teorizador» cuenta Boswell, «con serio
y pensativo semblante metafísico, dijo,
dirigiéndose a él: “Pues es verdad,
señor, que cuando vemos a un perro
inteligente no sabemos qué pensar de
él”, Johnson, balanceándose con
regocijo por la idea que brillaba en sus
ojos, se volvió rápidamente y replicó:
Es cierto, Sir; y cuando vemos a un
sujeto muy necio, tampoco sabemos qué
pensar de él. Entonces se levantó, fue
hacia el fuego, y se quedó allí un rato,
riendo y regocijándose».
El segundo ofrece un ejemplo del
método contundente de sentido común
que seguía Johnson, por pequeño que
fuese el tema. Boswell contó que en
Italia había visto cómo colocaban a un
escorpión dentro de un círculo de
carbones encendidos, y cómo el animal
se retiraba al centro del mismo y se
clavaba el aguijón de la cola en la
cabeza, lo cual sería un curioso ejemplo
de suicidio deliberado. Johnson
manifiesta en cambio que el animal se
retira al centro por ser el sitio menos
caliente, que muere sólo por el calor, y
que volver la cola sobre su cabeza es
sólo un reflejo convulsivo. Para creer en
la teoría de Boswell exige que el gran
anatomista Morgagui diseque un
escorpión sometido al experimento, y
certifique la presencia del aguijón en su
cabeza.
Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.
ResponderEliminarThe Scrotumtightening Sea Of Sheffield. Los Stags Penalizan A Los ...
ResponderEliminar1.315 piontas YA
Os arquivos stout derrotados por el twitter
ResponderEliminarThe Scrotumtightening Sea Of Sheffield. Los Stags Penalizan A Los ...
ResponderEliminar1.319 piontas YA va, joder, fillos puta
Estamos en 2018.
ResponderEliminarNueva entrada, hijos de puta
2018, hijos de puta
ResponderEliminarReuben Pantier
ResponderEliminarBien, Emily Sparks, no se perdieron tus plegarias,
ni tu amor fue del todo en vano.
Le debo cuanto fui en la vida
a tu esperanza que no me dejó solo,
a tu amor que a pesar de todo me veía como bueno.
Querida Emily Sparks, déjame echarte el cuento.
Dejo de lado la influencia de mis padres;
La hija de la sombrerera me metió en problemas
y me fui a correr mundo
y pasar por cuanto peligro puedan traer consigo
el vino y las mujeres y el goce de la vida.
Una noche, en un cuarto de la Rue de Rivoli,
estaba bebiendo vino con una cocotte de ojos negros,
y se me llenaron de lágrimas los ojos.
Pensó ella que eran lágrimas de amor y sonrió
creyendo que me había conquistado.
Pero mi alma andaba a tres mil millas de allí,
en los días cuando me dabas clases en Spoon River.
Y ahora no podías amarme,
ni rezar por mí, ni escribirme cartas,
tu silencio eterno habló por ti.
Y la cocotte de ojos negros creyó que las lágrimas eran para ella,
como los besos de engaño que le di.
De todos modos, a partir de ese momento tengo una visión nueva—
¡Querida Emily Sparks!